Cerveza artesanal Cruda Realidad
(Malafama)
Cuando escribimos la reseña sobre la Maracuyipa de Oso Pardo comentamos en palabras tal vez un poco mas técnicas que era una Doble IPA bomba de que en el detalle del producto que podés ver en Hops figura con un ABV o índice de alcohol de 8.0%. Pues bien señoras y señores, la cerveza artesanal Cruda Realidad de la cervecería Malafama es una Imperial New England IPA de un escandaloso 9.0% de ABV, que nos es ofrecido en pequeñas dosis de 355ml (cuando se encuentra, porque todo elixir es por definición escaso).
La colaboración hace a la grandeza – Malafama
Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de la Cruda Realidad? Bueno, de lo duro de la vida… sin ella. Estamos ante una cerveza artesanal «no-boil», esto significa que para crear estas maravillas de la ingeniería birrera no se debe hervir el mosto, un paso del proceso que suele ser crucial a la hora de la elaboración.
Entre otras cosas porque ayuda en la eliminación de microbios estropeadores de lindas y sanas chechas, detienen la conversión enzimática del almidón en azúcar fermentable, eliminan el precursor del DMS y promueven la reacción de Maillard. Entre muchos otros tecnicismos que si bien no tenemos porqué entender hacen a una experiencia Ipera digna de ser contada en Instagram.
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Pero bueno, a pesar de todos los beneficios de hervir el mosto, a algunos buenos muchachos de Malafama se les ocurrió no hacerlo.
Y es porque este proceso vital también tiene sus desventajas.
No entraremos en ellas en este artículo, ya vendrán artículos en la revista para aburrirnos gratamente con experimentos y temas técnicos. Pero lo que es es lo que bebemos y lo que bebemos cuando inclinamos una lata de Cruda Realidad, sea en la propia Cervecería Malafama o en cualquier tienda donde vendan el pío beberaje, es una cerveza con mucho cuerpo, y enormes cantidades de lúpulo.
Los susodichos lúpulos en cuestión son el Sabro, Nelson Sauvin y Mosaic combinados a la perfección (cof, cof) los cuales le dieron a la Cruda Realidad notas a ananá, coco fresco y cítricos maduros.
En definitiva una cerveza artesanal imperial, que como toda imperial ostenta alto contenido del alcohol, sedosa, tropical y por lo tanto fuerte.
Una combinación, por lo buena, peligrosa. Un peligro que buscamos algunos sábados del mes, quienes sabemos saborear una buena imperial. Y uno del cual muchas mañanas nos arrepentimos. Para reincidir a pesar de todo, en Malafama, el domingo siguiente.
La colaboración hace a la grandeza dice la Malafama en un posteo sobre otra reciente colaboración suya con Strange Brewing de Argentina, y su poder es algo que se ve patente en esta Cruda Realidad así como en cervezas artesanales producto del trabajo entre cervecerías locales como la Juicy Vortex, producto del sacudón entre Avante Brewing y BeerBros.
¡Salud por la creación de esta cerveza artesanal!
Y ¡salud a sus confabuladores y creadores!